La triquinelosis es una enfermedad parasitaria que no tiene vectores. El parásito es interno, desarolla totalmente dentro del hospedador y no dura más de un ciclo, llegan a adultos, copulan y mueren llegando a una sola generación de embriones. Se lo conoce con el nombre científico de Trichinella spiralis. Las hembras miden 3,5 mm y los machos 1,5 mm de largo.
Referencias:
1: Ingestión de carne contaminada con larvas enquistadas
2: Digestión de la cápsula y liberación de las larvas
3a: Localización de las larvas en la pared del intestino delgado
3b: Crecimiento y diferenciación sexual : Fase adulta - 2/3 días
3c: Fecundación de las hembras
Las hembras son vivíparas, porque los óvulos son fecundados e incubados en el útero, dando lugar a los embriones que, cuando nacen, reciben el nombre de larvas.
Debido a que los huevos son incubados en el útero, no es posible encontrarlos en el contenido intestinal del animal desparasitado como ocurre con otras parasitosis.
El extremo anterior de las larvas es muy agudo, lo que les permite atravesar diferentes tejidos, entre ellos los capilares sanguíneos. De esta manera invaden las fibras que forman el tejido muscular.
Después de tres o cuatro mudas realizadas en un lapso muy breve, machos y hembras entran en cópula al tercer día. La hembra fecundada se encuentra fija en la mucosa intestinal por su extremidad anterior y así inicia la puesta de embriones. Cada hembra fecundada produce entre 1000 a 1500 larvas. Las larvas al nacer son muy pequeñas, miden unos 80 micrones (un micrón es un milésimo de milímetro), pero cuando alcanzan los tejidos alcanzan los 900 micrones.
Esta puesta de larvas tiene lugar a la semana de comenzar la infestación y se prolonga durante 4 semanas más. Las larvas, con su extremidad aguda penetran en los vasos linfáticos, llegan a los nódulos mesentéricos, de allí pasan al conducto torácico y se incorporan a la circulación sanguínea para, finalmente por un mecanismo aún desconocido, localizarse definitivamente en los músculos esqueléticos.
Se ha observado que las mayores localizaciones están directamente relacionadas con la funión muscular y la irrigación sanguínea.
Ya dentro de la fibra muscular, estas larvas sufren distintas modificaciones orientadas a su diferenciación sexual y al característico enrollamiento en forma de espiral. La acción defensiva del organismo lleva a la formación de la cápsula (quiste), distrofias hialinas, céreas, grasas e infiltraciones clásicas.
El corazón no es parasitado, sólo sufre alteraciones por acción neurotóxica. Los músculos lisos tampoco son aprasitados. Una vez concluida la invasión muscular, finaliza el ciclo evolutivo de la Trichinella spiralis y permanece en el huésped en forma potencial y definitiva.
Dos formas o ciclos son los que permiten la supervivencia del parásito.
Ciclo doméstico: incluye cerdos, ratas, gatos y perros, pero el huésped de mayor riesgo para el ser humano es el cerdo, dado que su carne es utilizada como alimento.
Ciclo silvestre: (también conocido como selvático) comprende a los osos (incluido el oso polar), hienas, zorros, linces, chacales y algunos mamíferos marinos como las morsas y focas.
Todos estos huéspedes adquieren la parasitosis cuando se alimentan de carne parasitada , es decir de carne que contiene quistes (cápsulas) con la larva del parásito en su interior.
En la Argentina el ciclo doméstico es el de mayor importancia, porque la transmisión de la enfermedad es producida por el cerdo.
Fuente: Leanes F. Macchi A. . Manual de Triquinelosis. PROMSA. SENASA. Secretaría de Agricultura, Pesca y Alimentación. Edudis.
Imágenes: Anmat. Ficha Técnica Nº 4. Enfermedades transmitidas por alimentos.
Boero J. (1967) Parasitosis animales. Editorial Universitaria de Buenos Aires
El extremo anterior de las larvas es muy agudo, lo que les permite atravesar diferentes tejidos, entre ellos los capilares sanguíneos. De esta manera invaden las fibras que forman el tejido muscular.
Después de tres o cuatro mudas realizadas en un lapso muy breve, machos y hembras entran en cópula al tercer día. La hembra fecundada se encuentra fija en la mucosa intestinal por su extremidad anterior y así inicia la puesta de embriones. Cada hembra fecundada produce entre 1000 a 1500 larvas. Las larvas al nacer son muy pequeñas, miden unos 80 micrones (un micrón es un milésimo de milímetro), pero cuando alcanzan los tejidos alcanzan los 900 micrones.
Esta puesta de larvas tiene lugar a la semana de comenzar la infestación y se prolonga durante 4 semanas más. Las larvas, con su extremidad aguda penetran en los vasos linfáticos, llegan a los nódulos mesentéricos, de allí pasan al conducto torácico y se incorporan a la circulación sanguínea para, finalmente por un mecanismo aún desconocido, localizarse definitivamente en los músculos esqueléticos.
Se ha observado que las mayores localizaciones están directamente relacionadas con la funión muscular y la irrigación sanguínea.
Ya dentro de la fibra muscular, estas larvas sufren distintas modificaciones orientadas a su diferenciación sexual y al característico enrollamiento en forma de espiral. La acción defensiva del organismo lleva a la formación de la cápsula (quiste), distrofias hialinas, céreas, grasas e infiltraciones clásicas.
Sección longitudinal de músculo, con densa infestación. El quiste central cortado casi paralelamente al plano de enrollamiento. |
Dos formas o ciclos son los que permiten la supervivencia del parásito.
Ciclo doméstico: incluye cerdos, ratas, gatos y perros, pero el huésped de mayor riesgo para el ser humano es el cerdo, dado que su carne es utilizada como alimento.
Ciclo silvestre: (también conocido como selvático) comprende a los osos (incluido el oso polar), hienas, zorros, linces, chacales y algunos mamíferos marinos como las morsas y focas.
Todos estos huéspedes adquieren la parasitosis cuando se alimentan de carne parasitada , es decir de carne que contiene quistes (cápsulas) con la larva del parásito en su interior.
En la Argentina el ciclo doméstico es el de mayor importancia, porque la transmisión de la enfermedad es producida por el cerdo.
Fuente: Leanes F. Macchi A. . Manual de Triquinelosis. PROMSA. SENASA. Secretaría de Agricultura, Pesca y Alimentación. Edudis.
Imágenes: Anmat. Ficha Técnica Nº 4. Enfermedades transmitidas por alimentos.
Boero J. (1967) Parasitosis animales. Editorial Universitaria de Buenos Aires
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